Es verdad que la preocupación principal de todo el mundo desde hace unos meses es protegernos de la COVID-19, una pandemia mundial sin precedentes, pero no debemos descuidar nunca nuestra salud bucodental. Los dientes pueden sufrir más de lo que creemos durante este proceso de confinamiento, y en necesario cuidarlos.
Algunos de los problemas que podemos encontrar son los siguientes:
Aumento del bruxismo durante la pandemia
El bruxismo es uno de los daños colaterales que más sufren nuestros dientes. El bruxismo es una una patología por la cual el que el paciente rechina, cruje o aprieta los dientes, normalmente durante el sueño. Es una actitud inconsciente y aunque se da mayoritariamente durante el sueño, también puede darse durante la vigilia (bruxismo diurno).
El bruxismo nocturno está asociada a otros trastornos. De hecho las personas que lo padecen, suelen tener más probabilidades de desarrollar otros trastornos del sueño: respiratorios, ronquidos o apnea del sueño.
Este trastorno es bastante serio y puede llegar a provocar problemas como el desgaste de dientes e incluso roturas, o problemas en las encías. Suele deberse a estados de ansiedad, estrés o preocupación. El miedo a contagiarse con la COVID-19, las restricciones de movilidad, las limitaciones en las libertades y los problemas laborales que estamos sufriendo, son motivos más que suficientes para provocar estrés y ansiedad, lo cual hace que la patología del bruxismo aumente considerablemente.
Gingivitis y caries
Pero el bruxismo no es la única patología que se ha visto incrementada durante la pandemia. La gingivitis o la caries también han sufrido un aumento considerable. El motivo: está demostrado que un tercio de los españoles no han ido ni irá al dentista mientras dure la pandemia. El miedo al contagio, los problemas de movilidad y los problemas económicos están detrás de esta reticencia a visitar una clínica dental en Torremolinos.
La cuestión es que tanto la gingivitis como la caries, pueden derivar en problemas más serios. En el caso de la gingivitis (inflamación de las encías y sangrado por acumulación de sarro), si no se pone remedio puede desembocar en una periodontitis, que puede llegar a la pérdida de piezas dentales, mal aliento y aparición de abscesos dolorosos. Por otro lado, la caries puede provocar rotura o pérdida del diente e infecciones.
La falta de sol, otro problema importante
Otro factor que puede pasar desapercibido para la mayoría de los ciudadanos, es la falta de sol y los problemas que esto puede conllevar. En época de confinamiento, salimos lógicamente mucho menos a la calle, y por tanto la exposición al sol es mucho menor. En los niños sobre todo, esto puede ser determinante a la hora de tener problemas para sintetizar la vitamina D, una vitamina esencial en la época de crecimiento, ya que la falta de esta vitamina provoca deformaciones y debilidad en huesos y dientes. De hecho, si no se trata a tiempo es posible que los daños sean irreversibles.
Para evitar que todos estos síntomas generen problemas más graves, nuestra recomendación es que visites a tu dentista de confianza al menos un par de veces al año. Las clínicas dentales cuentan con todas las medidas sanitarias e higiénicas necesarias para evitar contagios, como ocurre en las consultas de cualquier otro profesional de la salud. De hecho es mucho más seguro acudir a un dentista que cualquier otra actividad social que realizamos sin pudor, y sin embargo es algo esencial para nuestra salud.