El bruxismo consiste en una parafunción de los músculos de la mandíbula donde los dientes se ponen en contacto con los antagonistas produciendo un apretamiento o rechinamiento dental.
Existe una alta prevalencia en la población en general sobre todo en la infancia donde se considera que un 14 a 20% de niños sufren ese trastorno. El bruxismo infantil suele empezar en la dentición temporal y suele aumentar durante el recambio dentario hacia las piezas permanentes. A partir de los 12 años suele descender el hábito.
Su principal método diagnóstico suele hacerse a través de los padres quienes registran ruidos dentales durante el sueño del niño.
Dentro de las causas del bruxismo infantil se consideran:
- Factores psicológicos: se considera que la tensión emocional, la ansiedad y el estrés son factores importantes. Por lo tanto, en niños, este hábito suele asociarse con ansiedad elevada, acoso escolar, deportes competitivos, exceso de videojuegos, problemas familiares etc…
- Factores odontológicos como las malposiciones dentarias son factores agravantes de la patología.
- Factores del sueño: algunos estudios asocian el bruxismo a la calidad del sueño, horas de sueños o luz medioambiental pudiendo ser estos factores precipitantes del hábito
- Factores genéticos: existe una mayor frecuencia de bruxismo en niños cuyos padres han pasado o pasan episodios de bruxismo.
- Patologías asociadas: niños que padecen más enfermedades como trastornos del comportamiento, parálisis cerebrales, etc, son más propensos a sufrir bruxismo.
Dentro de las manifestaciones dentales de esta patología encontramos:
- Desgaste dental localizado o generalizado.
- Problemas estéticos.
- Dolor dental con hipersensibilidad, pulpitis…
- Movimientos dentarios y malposiciones.
- Dolor muscular.
- Dolor de cabeza y/o de cuello.
Su tratamiento es multidisciplinario.
- Entre los 3 y 5 años de edad ese bruxismo se considera fisiológico, es decir que debe existir cierto grado de bruxismo que permita el desarrollo normal de la dentición y bases óseas
- Durante el recambio dentario y la dentición mixta (hasta los 12 años de edad aprox) existirá cierta inestabilidad que promocione también el hábito. En esta época, el bruxismo también se considera fisiológico y solo se trataran sus posibles causas. El bruxismo infantil en su grado severo asociado a desgastes grandes y/o dolores es el único que se tratara en esta etapa.
- La persistencia del bruxismo tras terminar el recambio dentario y estando todos los dientes definitivos erupcionados ya no se considera normal, sus signos y síntomas son más evidentes y deberán tratarse.
Dentro de todos los tratamientos posibles y según la severidad del caso se podrán aconsejar, tratamientos de las causas como pueden ser psicoterapia, uso de relajantes musculares, o también fisioterapia, uso de férulas blandas o rígidas, etc…
En conclusión, el bruxismo infantil es una condición limitada que no necesariamente deriva a bruxismo en la edad adulta. Será labor del odontólogo revisar cada 6 meses y tratar al paciente si lo considerase necesario.