¿Qué el primer cepillo de dientes de la historia se hizo con pelos de cerdo?
La historia tiene evidencias de que el primer cepillo de dientes fue confeccionado por un emperador chino en 1498, quien colocó cerdas de pelo de cuello de puerco salvaje en un mango de hueso. Las cerdas eran retiradas manualmente del cuello de cerdos y se prefería adquirir el insumo de los animales de los climas más fríos de Siberia y China, debido a que la baja temperatura genera un pelaje más macizo y consistente. De dicha manera, los primeros cepillos dentales se confeccionaron con pelos de animales, como: el cerdo, el jabalí, el caballo y el tejón. Y para fabricar los mangos, se utilizaba además de hueso, la madera y el marfil.
En el siglo XVII, los viajeros y navegantes se encargaron de llevar el cepillo dental primitivo hacia Europa, siendo al principio un artículo de lujo utilizado exclusivamente por una élite: la mayoría no tenía la costumbre de la limpieza dental y a su vez, muchos preferían continuar con el uso de palillos interdentales o similares.
¿Que el cuento de el Ratoncito Pérez es de 1894?
Cuenta la historia que la reina María Cristina contrató a un escritor llamado Luis Coloma para que escribiera una historia sobre un niño rey y un ratón y cómo este acudía por las noches a recoger los dientes que se le caían y le dejaba a cambio un presente. El rey le escribía una carta al ratón y guardaba el diente debajo de la almohada.
Esto ocurrió ya que él rey de España quería celebrar que a su hijo Alfonso XIII se le había caído su primer diente de leche, y quiso regalarle un cuento.
Aunque en un principio la historia no fue del todo así, dicen que hay otros cuentos populares donde se nombra a este simpático ratoncito en 1977.
¿Qué las primeras pastas de dientes las hicieron los egipcios y contenían orina?
La primera referencia conocida de pasta de dientes se encuentra en un manuscrito egipcio que data del siglo IV a.C. La mezcla descrita consistía en piedra pómez pulverizada, cáscara de huevo, uñas de buey, sal, pimienta, hojas de menta, mirra, flores, agua y orina.
Más tarde se encuentran escritos en los que en Grecia y Roma, las pastas de dientes contenían orina, ya que se consideraba que tenía elementos blanqueadores, y que además su acidez y minerales ayudaba a eliminar la placa. También usaban las orinas como antisépticos.